jueves, 10 de enero de 2013

''Es muy difícil saber lo que deseas hacer en la vida,
por eso tienes que tener claro lo que NO quieres hacer.''


Esta frase no la he escuchado en ninguna canción. Tampoco la he leído en ningún libro ni la he visto en un anuncio de la televisión. Simplemente me la recuerda mi madre de vez en cuando, cuando sabe las miles de dudas que danzan por mi cabeza.

Desde que tengo uso de razón, recuerdo esta frase. Siempre ha estado muy presente en mi vida. Cierto es, que con el paso de los años ha ido cobrando sentido. Cada vez más y más. Por ejemplo, cuando era pequeña me preguntaba a mi misma qué es lo que no quería hacer en la vida y aparecían respuestas que no tenían mucho sentido, aunque en ese momento me parecían completamente razonables. Ahora lo pienso y me doy cuenta que con esa frase negativa, poco a poco voy resolviendo esa gran duda. Una gran duda que todos tenemos, ¿qué es lo que quiero para mi futuro?. Y es que es cierto, cuando se nos plantea una pregunta o un problema, solo buscamos la solución mediante lo que nos gusta o creemos que es lo correcto y en ocasiones, es muy difícil encontrar la respuesta ideal, y cuando digo difícil me atrevo a decir ''casi imposible''. A donde quiero llegar, es a haceros entender que a veces es mejor ir descartando cosas hasta por fin llegar a la conclusión. Quizás lleve tiempo y paciencia, pero merecerá la pena, pues por algo se empieza.

Esta frase se puede aplicar a cualquier duda que se nos plante:


''Queridos reyes magos. Este año me he portado muy bien,
por eso quiero pediros...
Quiero pediros...
¿Qué quiero que me traigáis?
No lo sé muy bien, lo cierto es que tengo de todo.
Pensé en unas deportivas, pero ya las tengo.
Por lo tanto,
NO quiero unas deportivas.
Tampoco quiero un MP5,
ni un reloj.
NO quiero un colgante,
NO quiero la play tres,
y un juego de mesa desde luego que NO.
¡¡YA LO TENGO!!
¡Quiero un poni!''


No hay comentarios:

Publicar un comentario