miércoles, 15 de mayo de 2013

''A medida que viajas el tren va más y más deprisa,
la vida tiene esa ironía.
Cuando va despacio, no te interesa el paisaje,
y cuando te interesa ya no hay tiempo para pararse.
Los baches son la salsa que le pone el picante a este viaje,
y todo libre y recto no es interesante.
Hay que enamorarse, enfadarse, caerse y levantarse.
Recuerda: siempre levantarse.
Puedes compartir distintos tramos con distintas gentes,
y hacer otros tú solo porque también apetece.
Pero parar no es una opción,
ni retroceder, ni cambiar de vagón,
ni que otro viaje que por ti no se puede.
Observa ahí fuera, y aprende.
Las mismas vistas nunca pasan dos veces,
exprime cada instante que te ofrece el paisaje,
y no pierdas un detalle.
Este es tu viaje.''

Este es el fragmento de un tema que escuché ayer por primera vez. Lo cierto es que no me había parado a entender la letra, pero hoy, he hecho ese pequeño esfuerzo y me he dado cuenta de que acabo de encontrar la canción perfecta. Explica a la perfección lo que siempre he opinado de la vida.
El cantante y autor es Chojin, uno de mis raperos favoritos. Pero para mí, no es solo una persona que consigue hacerme bailar con sus melodías, también es un gran poeta, un genio y un filósofo. Todas sus letras consiguen hacerme comprender la vida un poco más. Hay personas que cuando están desorientadas, acuden a un libro, a internet o sus amigos, sin embargo yo, voy hacia él a través de sus canciones. Y en días como estos, es mi verdadera salvación.
A continuación voy a dejar el enlace del tema para que, si os apetece, podáis escucharlo:

Y ahora, quiero deciros que no solo estoy aquí para hablar de él. Me gustaría explicar las conclusiones a las que he llegado a partir de esta magnifica canción.
A la mayoría de las personas no nos gusta ver mal a los demás, y yo misma me incluyo en ese grupo. Todos preferimos ver como la gente que nos rodea es completamente feliz. Cuando ves a un amigo saltar de la alegría o llorar de la emoción, llegas a sentirte igual que él; eufórico, contento. Deseas que ese momento de bienestar nunca termine, todo te parece perfecto y sabes que nada puede ir mejor. Pero como todos sabéis, la vida son ciclos. Ciclos de felicidad y de tristeza. Momentos en los que las cosas parecen estar bien, y de repente, te das cuenta de que las inseguridades y los problemas están detrás de la puerta.
Entonces, surge esa duda. Piensas en qué que es lo mejor, si seguir agarrándote a la felicidad, o enfrentarte a los problemas. Hace un tiempo, yo hubiera elegido la opción de huir de la tristeza y olvidarme de mis inseguridades, pero hoy, sé que esa no es la solución. Es amargo aceptar las malas rachas, pero más amargo es aún saber que tarde o temprano, tendrás que darle la bienvenida a todas sensaciones que te hacen sentir tan mal. Si poco a poco luchas contra los problemas, pronto lograrás encontrar esa satisfacción que todos andamos buscando.
Por eso hoy, cuando veo que alguien lo está pasando mal y no puedo hacer absolutamente nada para cambiarlo, no se me ocurre decirle que no esté mal. Todos necesitamos llorar, reir, insultar y cantar. Necesitamos sentir toda clase de emociones, tanto las buenas como las malas. Todas ellas nos harán avanzar. No podemos vivir en una eterna felicidad o en una eterna tristeza, nos quedaríamos estancados.

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