¿Son necesarias las alas para poder volar?
¿Tienes que gritar para que te puedan escuchar?
¿Necesitas dormir para comenzar a soñar?
¿Y son necesarios los puños para hacer daño a alguien?
No necesitas alas para conseguir elevarte hasta el cielo, tampoco tienes que alzar la voz para que todos logren escucharte. No tienes por qué cerrar tus ojos para empezar a soñar, y desde luego, no hace falta tener fuerza en tus brazos para dañar a una persona.
Hay palabras que hacen más daño que cualquier patada.
Existen sueños que vivimos despiertos. También pesadillas.
La felicidad siempre te hará volar lo más alto que pueda.
Y dejando las cosas claras, todos te escucharán.
Y ahora, dime: ¿de verdad hay algo imposible?
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