viernes, 8 de marzo de 2013

Días, meses, años y más de una década pensando que hacia lo correcto.
No había una mañana en la que no apareciera una sonrisa en mi rostro. Me levantaba con la fuerza necesaria para afrontar un nuevo día, no había nada ni nadie que me pudiera detener. No me importaba lo que opinaran los demás, no quería escuchar y tampoco quería entender. Solo quería ser feliz y enseñar a todos los que me rodeaban a serlo. Hacia lo que realmente creía conveniente para mi, aunque eso conllevara en ocasiones dañar a algunas personas. Aún así, yo no pensaba en nada, quería vivir el día a día, mirar de frente al presente, olvidarme del pasado y no pensar ni una sola vez en el futuro. Pero a día de hoy me doy cuenta de que con esa actitud a la única que daño de verdad, es a mi. Podéis pensar que estoy loca, porque ¿qué mejor modo de vida que la que llevaba hasta ahora? Sonaba mi despertador... bueno, mentira. En realidad, no sonaba, porque yo hacia lo que quería. Si sonaba la alarma, la apagaba. Y lo cierto es que me pasaba lo mismo con todo, no quería darme cuenta de la realidad. En fin, yo me despertaba con la única función de ser feliz. Pero en una noche como esta en la que todo sale mal, me doy cuenta de que no se puede ser realmente feliz intentado solo vivir contenta. Esto último que digo es algo extraño que ni si quiera entiendo, solo hay una pequeña parte dentro de mi que me hace pensarlo. Y es que creo que no existe una felicidad eterna, tarde o temprano tienes que abrir los ojos y darte cuenta de que ya no eres esa niña consentida que tenía todo lo que quería. Necesitas objetivos por los que luchar, y esos objetivos tienes que conseguirlos por tu propia cuenta. Ya no hay padres que luchen por ti y amigos, tampoco. Solo estás tú, sólo estoy yo... Yo, construyendo mi vida. Mi vida, a la que le faltan miles de ladrillos que no he colocado a tiempo por mi modo de vida, que hasta ahora, creía que era perfecta. Ahora podéis decirme que luchar por tus objetivos es la verdadera felicidad, y si, estoy completamente de acuerdo, porque no creo que exista mayor satisfacción que ver como logras las cosas que un día te propusiste. Pero aún así... no lo sé, no lo entiendo. Quizá mi problema ha sido que nunca he acabado de creerme que soy la dueña de mi propia vida, por mucho que haya presumido de serlo. Y ahora es cuando el pasado me esta llamando, el presente esta conmigo y el futuro me esta esperando. Y yo a el. Entonces aparecen cientos de preguntas: ¿Estoy haciendo lo correcto?, ¿estoy donde tengo que estar?, ¿es demasiado tarde?, ¿soy quien realmente creo ser?, ¿merezco lo que tengo? Problemas y dudas sobre mi espalda.

2 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho tu reflexión, porque te hace pensar si lo que haces día a día sirve para algo realmente, o sea, lo haces por algún motivo sí ¿pero puedes con ello conseguir algo importante? No se sabe pero lo haces y sigues adelante pase lo que pase.
    Quería decirte que me gusta tu modo de pensar y como reflexionas sobre todo lo que hay a tu alrededor. Solo quiero aconsejarte de una cosa esta muy bien escrita, pero le faltan puntos y aparte para separar un poco las ideas y así se vería mejor. Pero a pesar de este pequeño fallo me gusta mucho, sigue así.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ante todo, te quiero pedir las gracias por leer y dejar escrita tu opinión.
      También me gusta mucho la cuestión que has sacado a partir del texto.
      Y por último, gracias por el consejo, lo tendré en cuenta.

      Eliminar