martes, 9 de abril de 2013

¿Por qué nunca nada es como lo imaginamos?

El pasado trimestre, intenté hacer mi exposición oral sobre esta pregunta, y lo cierto es que no me salió como esperaba. No expliqué del todo bien lo que sentía y lo que opinaba, y por eso hoy, quiero volver a hablar sobre ella y que así todos me podáis entender un poquito más.
¿Por qué nunca nada es como lo imaginamos?
Como dije anteriormente, esta es la típica pregunta que todos nos planteamos alguna vez. Parece muy sencilla y bastante lógica. Pero a mi parecer, no es nada fácil, porque cuanto más la pienso, menos la entiendo.
Una cuestión como esta, suele aparecer en mi vida después de ver una película, leer un libro o escuchar una canción. En ocasiones, en cosas como estas, nos muestran la vida de una forma bastante diferente a lo que en realidad es. En los cuentos de hadas, por ejemplo, todo es perfecto, como todos imaginamos: el príncipe que quiere a la princesa, la princesa que quiere al príncipe, se casan, comen perdices y son felices, felices para siempre. Pero en la vida real, donde no hay cámaras que nos graben ni un director que nos dirija, todo es completamente diferente. Y todo esto hace que nos planteemos varias preguntas, como que por qué mi vida no es como lo imaginaba o como quería que fuese de pequeña.
Tantas veces he pensado en esto, que he llegado hasta el punto de no querer imaginar. Sí, no querer hacerlo por el miedo. Miedo a imaginar. Ya que si nunca nada es como lo imaginamos, ¿por qué imaginar?, o si nada es como creemos, ¿por qué creer? ¿Por qué querer inventar nuestra vida?
Yo siempre he querido pensar que nuestra vida es como una larga novela, con su principio y con su final. Con sus capítulos, unos más largos y otros más cortos. Con sus personajes, más y menos importantes. E incluso, con sus agradecimientos y sus dedicatorias. ¿Pero por qué querer hacer y terminar nuestro libro sin haber comenzado a escribir? Lo que quiero decir, es que no creo que sea demasiado bueno planificar las cosas, ya que no siempre van a salir como esperabas, y eso nos puede disgustar. Lo ideal sería dar cada paso a su debido tiempo y hacer lo que creas conveniente en cada momento. Y así, cuando estés casi al final de tu novela, pensar: ''Mi vida. Mi historia. Sin más'' y jamás decir: ''No era lo que esperaba''.
Es inevitable no pensar, no imaginar. Porque sin nuestra imaginación, estaríamos completamente muertos, seríamos una especie de robots. Pero no creo que haya que darles demasiada importancia.

2 comentarios:

  1. la imaginacion no tiene limites pero para eso esta para evadirnos de nuestra vida, hay algo que me llama la atencion y es cuando has dicho lo de la novela si te mata el mayordomo seguro que no le llevan a la carcel por que el no ha sido y se le echa la culpa de todo.Comentame e insultame me da igual

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  2. Jaime, lo primero, gracias por comentar.
    Estoy completamente de acuerdo con tu comentario sobre que la imaginación no tiene límites y está ahí para poder evadirnos de nuestra vida, ya que en ocasiones necesitamos darnos un respiro y desenchufar de la realidad. Pero no se puede vivir siempre desconectado de ella, pues nos puede hacer vivir en un mundo que no es de verdad, y no creo que eso sea lo correcto.

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